
Dicen que para tener cerca a una persona que se ha marchado necesitas escribirla, redactarla en palabras donde se inmortalizaría y se mantendría con vida hasta el final, inclusive si este final no existe. Capturando tu escencia en letras desiguales, erróneas, idílicas y etéreas. Unas huellas pequeñas, apenas visibles, con cinco almohadillas que acompañan a una mujer vestida de colores. Ambos se aventuran en historias soñadoras que atraerán a la realidad o tal vez temeran de ella. Obra absolutamente mía, no se permiten copias.All Rights Reserved