"Y es que así era Manjiro Sano, impredecible, caótico, radiante y sencillo, tal cual la madrugada de otoño en que lo conocí" Sasaki Naomi siempre fue una chica popular, rodeada gente, de fiestas y de amigos, la vida perfecta ante los ojos de todos. Sin embargo nada de esto le interesaba realmente, pues todo le parecía demasiado superficial y aburrido, nada genuino. Esto cambia cuando se encuentra al líder de la Tokyo Manji en una madrugada de otoño, y tras una breve conversación, un cigarro y una sonrisa, despierta en ella un fuerte interés por saber más sobre el y sobre la mirada cargada de emociones que tenía Manjiro ese día. Los primeros sentimientos reales de Naomi le pertenecían a un delincuente. Y el primer lugar seguro de Manjiro le pertenecía a una desconocida. [Créditos a su creador, Ken Wakui]