Con lágrimas en mis ojos pude ver mi realidad, una donde Val no estaba conmigo, una donde el amor de mi vida estaba bajo tierra, una donde esa sonrisa no me acompañaría cada día.
Sus ojos, su pelo, su sonrisa, esas mejillas que se sonrojaba casi todo el tiempo, la extrañaba en serio lo hacía.
La conocí por obras del destino, el mismo que me la quitó dos años después, cuánto hubiera deseado más tiempo, daría mi vida por un último momento juntos, un último beso, un último abrazo, con tan solo mirarla estaría satisfecho.
La bofetada a la realidad me hizo notar que Val y Theo, Theo y Val no existirían, nunca más.
A veces la vida jugaba en tu contra, pero porque ella y no yo, una pregunta que me hacía frecuentemente, no les mentiré rendirme fue una opción pero no puedo, Val necesita que las entregue.
Nuestra ultima aventura juntos...
No crei que el amor me llegaría a los 24, mucho menos que era una niña de 17.
¿Problemas?
Uno: es menor.
Dos: es hija del pastor.
Tres: a mi hermano le gusta.
Cuatro: ¡es mi alumna!
Y cinco: es una chica...
Aunque lo último a mi no me importaba.
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En edición.
Finalizada.
Mi gato es el autor 🐱