La subasta humana

Adrián gozaba de una amistad con derecho y sin exclusividad con un hombre que trabajaba en la misma empresa, que con el paso de los años se había convertido en algo más que ninguno de ellos se había dado cuenta. Sus encuentros eran en moteles, porque Adrián se negaba a que Oscar cambiara en algo de su estilo de vida. Cansado de despertar solo en la cama, un día consigue un sitio Web donde hay personas que se ofrecen en matrimonio a través de una subasta, y lo más importante era que le está prohibido al nuevo cónyuge cambiar el estilo y forma de vida del ganador de la subasta. Adrián abandona a su amigo con derechos y se lanza a una aventura hacia un país, donde gana al mejor de todos los hombres, pero las cosas van mal y todo se sale de control.