¿Y si miramos las estrellas?

Desde pequeña Susan sueña con ser una astrónoma. Le encantaba salir todas las noches a mirar el cielo y contar las estrellas que están arriba de ella, amaba el hermoso manto de luz que se dejaba apreciar cuando el sol se iba a dormir. Su abuelo le enseñó que las estrellas siempre la acompañarán sin importan donde esté.

Cooper olvidó como contar estrellas, los susurros y secretos que alguna vez le confesó a los cuerpos celestes, fueron guardados en lo más profundo de su corazón y mente. Cooper sabe que está solo en el mundo y como un viajero, sin familia ni hogar.

Cuando las estrellas bajen y se unan a la danza de los corazones que están latiendo débilmente y les brinden su luz.

Cuando Susan le enseñe que la noche en lo más bello que el mundo pudo traer.

La noche no hay que temerle, hay que apreciar las luces que pueden relucir en la ausencia de luz en esta.

No hay que cerrar los ojos y evitar las pesadillas, solo hay que contar estrellas.

¿Y si miramos estrellas y vemos que la noche es bella? ¿juntarías nuestras manos y me acompañarías?

[Está historia es un borrador, por ende encontraras varios errores]