Harry, un chico de 17 años, cada día por la noche sube a la azotea de el bloque de pisos donde vive, para contarle sus problemas a la luna. Él sabe que es solo un satélite, pero para él es su mejor amiga.
"Deberían haber personas como la luna, que te escuchen en silencio sin interrumpir ni opinar"
Aún así, él piensa que la luna lo entiende y le ayuda, aunque sea con señales.
Un día cualquiera, como cualquier otro, llega una camioneta con una familia a su calle... ¿Tendrá nuevos vecinos?
Harry, muy curioso, se va acercando para ir conociendo a esa familia y cierto ojiazul, que parece de su edad, le da una buenos presentimientos, pero decide no acercarse mucho por miedo a ser juzgado...
Otra vez.
Pero, ¿que pasaría si se hicieran amigos? ¿O algo más?
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.