Los Kents se acaban de mudar a Gotham, ya que su padre, Superman, había sido contratado como guardaespaldas de el príncipe de Gotham, el cual obviamente no necesitaba protección, pero su padre lo quería y cuando un Wayne quiere algo, lo obtiene.
Jonathan estaba emocionado por conocer nuevos compañeros, iba a extrañar a sus antiguos pero no iba a sufrir demasiado por ellos, en cambio Conner era otra historia, este odiaba la idea de mudarse otra vez, ser otra vez el chico nuevo era horrible.
La nueva escuela era, nada más ni nada menos, que la número uno, en la cual asistían los mejores de los mejores, tal y como los hijos de Bruce Wayne.
Aquellos que cualquier persona se moriría por dirigirles la palabra, y lamentablemente, nuestros protagonistas no serán ajenos a ser atraídos por ese encanto.
Pero... ¿Desde cuando Superman acepta ser guardaespaldas de alguien? ¿Su deber no es, simplemente proteger a su ciudad y a sus ciudadanos? ¿Serán los problemas económicos que afectan a su familia? ¿Los problemas que sufre su segundo hijo? ¿O... será otra cosa?