998 revisaba el ancho y largo de su territorio cada tres días más o menos. Le había dicho que el terreno se llamaba algo así como "zona salvaje", tampoco es que le importaba, lo suyo era suyo. Su nariz se arrugó con un fuerte olor cerca del río que colindaba su terreno. Se apresuró a comprobar que era, seguramente algún animal que se había ahogado en el agua. Se sorprendió al ver sobre un hinchado tronco una silueta. Blanca y con el pelo muy oscuro. No era especies.