"Algunas personas creen que la vida de la Elite es muy aburrida; que solo despilfarran su dinero en ropa, accesorios, viajes, fiestas, casas... y no se equivocan. Pero también son muy buenos para dejar la monotonía atrás e invertir en actividades menos ortodoxas", Rhaella Bourousis. Ella, una estudiante de secundaria. Él, un universitario de clase media. ¿Qué podrían tener en común? Ambos han sido arrastrados por las mentiras y el poder.