Ella está ahí, sentada, desesperada, no sabe que hacer, cree que su vida no sirve de nada, está a punto de decirle adiós a su "Vida cruel". -Preciosa, no lo hagas. -Tengo que hacerlo, nadie me quiere en está vida, no sirvo de nada. -Me da pena lo que dices. -¿Tú que vas a saber? Tú no sabes nada. -Me llamo Ana, tengo 13 años, mis padres murieron en un incendio, mi abuelo intento violarme, y no pude aguantar más, me fui de casa, ahora vivo en la calle, no tengo nada, vivo de los desechos de la gente, pero aun así, me vez acá, dándole un buen sentido a la vida. Ana sonríe, derrama una lagrima y se va. Ella, se levanta y escribe en la arena: "Vele el lado bueno a la vida", mira al cielo, agradece y regresa a casa.
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