Reencarné como Toneri Ōtsutsuki pero todo es mega cringe
45 parts Ongoing Morir viendo un anime cliché
Yo no creía en la reencarnación.
Tampoco en los ninjas. Ni en el amor. Ni en el ramen.
Mi vida era simple: odiar los clichés, dormir con audífonos puestos y discutir en foros que Naruto era solo un Goku con trauma parental.
Tenía una lista de cosas que detestaba:
Chicas que se desmayan por tipos emocionalmente inestables.
Chicos que gritan y sobreviven por el "poder de la amistad".
Ojos que hacen de todo menos ver el futuro emocional de sus usuarios.
Y el "destino", porque si algo estaba claro, era que yo no tenía uno.
Pero entonces... me morí.
Trágicamente. Estúpidamente.
Comiendo una empanada de microondas mientras escribía "Hinata es puro fanservice" en un comentario de YouTube.
No me dio tiempo ni a enviar el mensaje.
Y ahí fue cuando el universo, o algún guionista cósmico con mal gusto, decidió castigarme:
Me reencarné como Toneri Ōtsutsuki.
Ese tipo raro, pálido, con cara de "me acabo de leer un poema de 300 años y entendí todo mal".
Un villano de película... olvidado por el mismo fandom que ama a tipos con trauma ocular.
No tengo amigos. No tengo mascotas.
Solo tengo una voz robótica que me dice cada mañana:
-"Recuerda tu propósito, Toneri: la pureza del linaje..."
Y yo respondo:
-"Cállate, Siri lunar."
Esta es la historia de cómo me convertí en uno de los personajes más desaprovechados del anime.
Pero tranquilo:
No voy a salvar el mundo.
No voy a destruirlo.
Solo quiero vivir tranquilo...
y que Hinata me pase el control remoto, sin hablarme.
Bienvenido a la crónica del Toneri más Grinch, antisocial y estéticamente confundido que este universo pudo parir.
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