Después de una vida caótica lo único que Harry deseaba era paz, sin embargo, a sus 28 años se ve más solo que nunca; con su vida cayendo a pedazos, lleva a cuestas un matrimonio fallido, 2 bebés que no han vuelto a sonreír, y su pequeña Lily internada en San Mungo intentando sobrevivir. En medio del dolor, quien menos lo esperaba es él que lo ayuda a unir sus pedazos, algunos lo llamarían ángel, pero a Harry le gusta llamarlo el Dragón de Lily. Art by: @长乐𝚗𝚒𝚗𝚊