Los fantasmas del pasado de su padre persiguen a Draco Malfoy. La guerra ya llegó a su fin, pero las personas todavía repudian el apellido Malfoy. Lo odian tanto que son capaces de destruir su mansión en la noche, dejando a Draco atrapado en los escombros, rogando a Merlín que alguien se apiade de él. Cuando pasan las horas y nadie llega sabe que se lo merece, por todo lo que ah hecho. -¡Draco, ya llegué!- Aunque todos tenemos segundas oportunidades en la vida ¿No?All Rights Reserved