Ella se ha convertido en una versión salada de sí misma. Él intenta sobreponerse a su naturaleza amarga. Marie actúa como si todo estuviera bien, pero ya nada lo está. Todo lo que más quería, lo ha perdido en un instante y es imposible que vuelva a ser la de antes. Henry intenta buscar soluciones, pero entre más trata, más se hunde. Pues, todo lo que creyó necesitar, se desmorona cuando intenta recuperarlo. Ambos se necesitan, y no pueden negar que se extrañan, pero sus corazones se encuentran divididos por razones que no dependen de lo que ellos quieran o necesiten. Quizá Marie deba continuar con su vida lejos de los problemas de Henry, para concentrarse en los suyos propios. Y tal vez Henry deba aprender a no depender de la opinión de nadie más que la de sí mismo. Él es salado y ella... también, quizá sea hora de buscar una nueva combinación de sabores que logren el equilibrio agridulce que solían caracterizarles. 27/06/21