No era una mala vida.
Pasaba todo el tiempo en casa, jugaba a altas horas de la mañana y comia cualquier cosa.
Si esa vida no es el cielo, ¿cuál es el cielo?
Pero por muy bueno y feliz que esté, todavía tenía que lidiar con algunos problemas.
Por ejemplo en este momento, me ví obligada a salir de mi zona de confort para comprar una figura de videojuego.
Pero no cualquier figura de videojuego.
¡Una figura de edición ilimitada de un videojuego de robots!
Y aprovecharía para comprar yo misma otros juegos.
Pero...
-"Realmente eres ingenua al traer a un dezconocido a tu casa, peor si este es un hombre".
¡Que desafortunado!
El día que salí después de mucho tiempo, ayudé a un hombre que estaba siendo perseguido y lo llevé a mi casa.
Podría dejarlo ahí y cumplir lo que quería, pero me dió curiosidad.
La suficiente curiosidad para traerlo a mi zona de confort.
La imágen no me pertenece, solo la edité.