Tras el tremendo éxito cosechado por el grupo con "Senderos de Traición" (1990) con el que consiguieron tocar más de 100 conciertos durante 1991 (convirtiéndose de lejos en el grupo del momento), los Héroes se trasladaron a Londres para grabar el que sería su tercer disco, "El espíritu del vino". Es aquí donde comienzan las tensiones serias entre los miembros de la banda. Durante la creación del disco se hacen evidentes las diferencias entre Bunbury y Valdivia. Bunbury cada vez más metido en la mezcla de géneros, y Valdivia obsesionado con el heavy y con sus propias rarezas. Su visión sobre la música del grupo esta cada vez más alejada.Lo cierto es que la manera de componer de los zaragozanos era la propicia para generar tensiones. En muchos grupos, uno de los integrantes compone una canción y los demas la tocan, pero en Héroes, las canciones la sacaban adelante entre todos. Cierto es que las letras era cosa de Bunbury, y las melodías generalmente de Valdivia, pero la forma de la canción lo hacían entre todos, y esto, evidentemente, fue generando cada vez más conflictos. Pese a todo, el disco acabó resultando otro rotundo éxito, y la fama de Héroes del Silencio traspasó fronteras lo que les permitió tocar en toda Europa. El nivel de exigencia de la gira desgastó muchísimo al grupo, y los roces y choques ganan en intensidad. A esto hay que añadir el daño provocado por una serie de malas compañias en el entorno del grupo, empezando por el propio manager Pito, con serios problemas con las drogas.Al acabar la gira en 1994, los 4 son conscientes que la situación empieza a ser insostenible, han llevado al límite la filosofía del "sexo, drogas y rock&roll" y la situación se ha deteriorado muchísimo. Así que deciden tomar una serie de medidas drásticas para salvar el grupo.
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