Hay un mundo particular. Un mundo plano, sostenido por cuatro elefantes que van a lomos de una tortuga espacial. Este mundo con forma de disco se llama, claro, Mundodisco. Y existe, en la periferia misma de la realidad, razón por la cual es frecuentemente víctima de lo remotamente improbable. Por ejemplo, que un Mago incompetente tenga que cuidar del primer turista en la gran y pestilente Ankh Morpork con un equipaje que camina demoniaco tras su ingenuamente suicida dueño, el cual no parece notar que medio continente está haciendo su mejor esfuerzo para hacerle pasar otra temporada vacacional de fin indeterminado con el dios de su elección. [Historia escrita en su totalidad por Sir Terence David John Pratchett.] [Déjate arrastrar por su no tan interminable saga de locura, a lo largo de ella hay perritos que hablan, tortugas-dioses muy pequeños y vengativos, guardias que cuidan puentes por si se los roban, un muy ilustre ladrón rebajado a político -como todos, pero este ladrón esta de político en contra de su voluntad-, brujas llenas de cabezología y unas ideas bienintencionadamente malvadas, en fin. Es el turno de los magos y hay que empezar por Rincewind, un cobarde desgraciadamente aventurero porque no visita lugares peligrosos, ellos lo visitan a él. Quédate y mira, Novato, que esta es solo la puerta]