Fue en París donde se enamoró de él. Aunque Alfonso estaba fuera de su alcance, Anahi no podía imaginarse entregándose a ningún otro hombre y, menos aún, al socio corrupto de su padrastro. Obsesionado con Anahi desde su primer encuentro, Manuel Velasco no se detendría ante nada con tal de conseguirla. Cuando pidió su mano a su padrastro con la excusa de unir la riqueza de las dos familias, sólo la intervención de Alfonso podría salvarla de un destino peor que la muerte... Portada echa por @capaspuente ig