La luna es un cuerpo que no produce luz propia, pero con lo poco que recibe, crea un manto para todo aquel que vive en las oscuras noches e intenta sobrevivir, se dice que los dioses adoraban tanto a la luna que cumplieron su más caprichoso deseo, dar vida a un hijo suyo, una niña que naciera desde su vientre, ella tenía un amor, un amor imposible; el rey demonio, un dios codicioso y despiadado la quería, la quería para él, para nadie más, que esa pequeña niña que la luna deseaba con fuerza que le perteneciera a aquel amante que adoraba tanto, fuera de él, de nadie más, y a causa de ese deseo la luna no tuvo opción que enfrentarlo para detener el acto sangriento que cometería aquel despreciable ser, matar a su amante, en actos desesperado y sin tener salida, se convirtió en un astro sin luz, nuevamente sin una luz, desolados los dioses por no haber ayudado a la luna, a su amante lo convirtieron en aquella estrella que reflejaría la luna, la luz que con la que luna protegiera las noches- dije con melancólica voz - al menos eso escuche