TRES HISTORIAS DISTINTAS. UN MISMO SUFRIMIENTO.
-¿Es una promesa eterna?
-Es una promesa eterna- me sonrió.
Todo estaba bien antes de esa maldita noche, esa maldita noche en la que mi mundo se detuvo, en la que mi vida dejó de ser una vida; porque nadie puede llamarle vida a un corazón roto.
"Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde"