Ambos mentimos. -Nunca voy a dejarte Marco- le dije antes de abrazarlo como nunca lo había hecho. -Todo este dolor quedará en el olvido un día, te lo juro Michelle- me susurró mientras mis gruesas lágrimas rodaban de mis mejillas hasta sus hombros- eres la mujer más fuerte que conozco. Pero sólo lograste que tú promesa y la mía se desvanecieran con el fuerte viento que golpeaba nuestros cuerpos esa noche. Tus palabras llenas de mentira endulzaban mis oídos, sabías que era lo que necesitaba escuchar, incluso siendo falsedades, momentáneamente me hicieron vivir la realidad en la que quería estar.All Rights Reserved
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