Hueles a eso

Los aromas transmiten cosas.
Nuestro olfato y nuestra intuición son sentidos que no podemos engañar. Porque podemos oler las estaciones del año, podemos oler a una persona, un perfume, un jabón, incluso una emoción.
Podemos sentir las mentiras.
Y lo que es peor.
Podemos olerlas.
Para la vista decimos que una imagen dice más que mil palabras, pero una imagen puede mentir.
¿Pero y el olor? El olor nunca miente y nunca... nunca se puede ocultar.
No importa cuánto lo intentes.
No importa cuánto chicle masques, sé que fuman por las noches en el balcón.
No importa cuánto perfume te pongas, puedo oler la menta y el limón de ese mohito que te tomaste.
No importa cuantas ventanas abras, desde la calle puedo oler que cocinaste algo.

Maggie disfruta su vida, sus pasiones y sus amigos.
Huele el perfume, el otoño, el café... huele el cloro de la pileta, la transpiración.
Y huele las mentiras en las que su mejor amigo Ty se va a ahogar.
Ty se miente a sí mismo.
Pero no sabe por qué.
Maggie sí lo sabe, porque un mentiroso puede oler a otro.