El chico rubio sacó su arma y caminó en silencio seguido de su banda. El corazón le iba a cien por hora, era la primera vez que hacían algo como esto. ¿Que hacían en Canadá? Era una estupidez de su jefe, ellos no llevaban los negocios allí. Estaba deseando volver a Nueva York, allí, se sentía más seguro. Quizás porque conocía a lo que se enfrentaba, no como ahora. - ¿Escuchas eso? - Troy alumbró al suelo. Escucharon otro ruido. ¿Que había ahí? - ¿Es debajo del suelo? ¿Estamos en el piso más bajo, no? - Quizás alla algo por aquí. - Apuntaron con sus linternas hasta que vieron madera en el suelo, como si fuera una puerta que daba al sotano. El chico rubio se agachó y cogió la manilla de hierro, impulsó hacia arriba la madera. Troy apuntaba con su linterna y la pistola hacia dentro. Lo que vió le sorprendió.