Como nosotros existen muchos en todo el mundo, estamos en las sombras, en la mugre, dañados y rotos, no tenemos nombre ni aspecto. A nadie le importa si desaparecemos, nos alimentamos de nuestras esperanzas destruidas, curamos nuestras heridas cubriéndolas con marcas, siempre en las penumbras, siempre ocultos.