Si los eventos del templo GuanYin fueron de verdad (y no de casualidad) un enrevesado plan de Nie HuaiSang clamando justicia por su hermano... ¿cómo es que el mundo pudo ser tan ingenuo como para pensar que las cosas se quedarían así? Cinco años. Cinco años desde que Jin GuangYao cayó y apenas un par de meses desde que ZeWu-Jun -o una versión mil veces más demacrada y torturada de quien antaño fue el brillante número uno del mundo del cultivo- salió de su reclusión. Cinco años que pasaron en silencio y calma. Cinco años de prosperidad para el Muelle del Loto y de remordimientos nunca confesados para su maestro. Cinco años de rutina, de un día a día aislado en los bosques sin ninguna promesa visible en el horizonte para quién no debería ser más que un recuerdo lejano, enterrado y condenado. Pero ya se sabe lo que dicen de la vida y de su posibilidad de cambiar en un mero segundo, ¿no? -¿No se supone que estás muerto, ChiFeng-Zun?Alle Rechte vorbehalten
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