Sasuke Uchiha es el chico mas popular en la academia ninja todas las mujeres estaban detrás de el, pero el las ignoraba, no hablaba con nadie ni siquiera con chicos.
Itachi Uchiha su hermano mayor no se quedaba atrás, el era otro de los chicos mas deseados de toda la aldea, siempre era acosado por sus fanáticas, pero a diferencia de su hermano el era amable al momento de rechazarlas.
El motivo de porque los hermanos Uchihas rechazaban a todas, es simple.
Ellos solo se aman entre ellos, solo se hacen el amor entre ellos dos, solo ellos se besan y se aman.
Sakura Haruno es una compañera de clases de Sasuke, ella a diferencia de las demás chicas, no estaba detrás el Uchiha menor, sino que ella estaba detrás de los dos hermanos Uchihas. Pero no en el plan amoroso, sino en el sexual.
Ella es adicta a ver a los hermanos teniendo sexo, ella los espía desde las sombras, cada vez que los hermanos tienen relaciones en su casa ella está ahí, lista con todos sus juguetes para ver la mejor escena sexual de su vida escondida por supuesto, se sabe todos los escondites de los morenos. Su obsesión es tanta que se construyo una casa del árbol justo en el mismo bosque donde ellos hacen su acto de amor cuando sus padres estaban en casa. Y no conforme con eso ella se fue de su casa de forma prematura para arrendar otra casa de mala muerte, solo para tener todos sus juguetes sexuales a la vista y poder masturbarse de forma tranquila y sin miedo a que nadie la interrumpa mientras se toca pensando en como tienen relaciones sus Uchihas favoritos y claro de vez en cuando como la tocan ellos. Estaba enferma y lo sabe, ella vive para autosatisfacerse, ella vive para verlos a ellos, no le importa pasar hambre, no le importa nada solo saciar su apetito sexual, amaba el incesto, amaba verlos amarse, amaba su vida, amaba ser una ninfómana.
Para Park Sung-hoon, el matrimonio es solo un trámite necesario para asegurar su herencia y mantener el control de la empresa familiar. Para Loa, es una salvación inesperada cuando está al borde de perderlo todo.
Un contrato, seis reglas estrictas y un acuerdo sin emociones de por medio... o al menos, eso creen.
Loa y Sung-hoon no podrían ser más diferentes: ella, una artista soñadora con un pasado lleno de cicatrices; él, un heredero frío y calculador que solo ve el amor como una distracción innecesaria. Pero a medida que la convivencia se vuelve inevitable y las líneas entre el deber y el deseo comienzan a difuminarse, ambos descubrirán que el mayor problema no será fingir ser una pareja perfecta, sino evitar que los sentimientos reales destruyan el trato que los une.
Porque en este juego de conveniencia, el amor nunca fue parte del contrato... ¿o sí?