Luca ha lleva dos años en una relación infernal que no ha podido parar, pero por azares del destino va hacia Portorosso, un pueblo donde es aceptado el ser monstruo marino y donde está la casa de su amiga Giulia, ahí conoce a Alberto, un trabajador del padre de Giulia y sorpresivamente su hermanastro. Todo lleva su rumbo, hasta que el novio de Luca llega de sorpresa.