La vida es efímera. Más para uno que para otros, y cuando llega el momento de partir es difícil. No por quién se va, sino por quién se queda. Y no es solo que alguien se muera, es el tiempo que pasa muerto. Stephanie Greenwood pasa por muchos desafíos, con la fuerza que la caracteriza trata de enfrentarse a los obstáculos. ¿Su fortaleza? Su familia. Solo tiene que apresurarse, porque el tiempo se acaba.