- ¡¡Sabes lo peligroso que es ese trabajo, Anabel!! ¡¿Sabías que ahí hay todo tipo de enfermedades de transmisión sexual?!-
- ¡¡No tenía elección, Bill!! ¡¡Aún no puedo trabajar como camarera!! ¡¿Crees que me gusta mi trabajo?! ¡¡Voy a dejar de ser virgen trabajando para ellos!!- se puso a llorar- Lo siento, ¿vale?-
- Oye, no, tampoco quería hacerte llorar- nos abrazamos, y le di un beso en la coronilla- Solamente quiero protegerte-
- Ya lo sé- sonrió-
- Te ayudaré-
****
- Anabel- me miró- ¿Te has dejado tocar ya?-
- No, Billy-
- Así me gusta-
****
- ¡Bill! ¿Tú siendo cliente de este lugar? No te creo- cerré la puerta, y la miré-
- Toma- le di un fajo de billetes-
- No puedo aceptarlo-
- Hazlo, por la familia-
- Billy, yo...-
- Sssh, nada de "yo"- sonrió-
- Muchas gracias- me abrazó-
- De nada, pequeña. Ahora, ayúdame a hacerles creer que te lo estoy haciendo- me quité las botas, ella los tacones, y nos pusimos a dar saltos en la cama como cuando éramos chiquititos- Sígueme el rollo- le susurré-
- Vale-
- ¡Rowan, sí!- ella empezó a reír por lo bajito cuando grité tal cosa- ¡Madre mía, nena!-
- ¡Billy!- los dos nos reímos, y chocamos las manos. Somos buenos cómplices en estas cosas-
- Bien hecho- le susurré- ¿Cuánto tenemos que estar así?-
- Cerca de dos horas- aún estábamos saltando-
- Está bien. Vente- dejamos de saltar, y la llevé al escritorio. Empecé a moverlo para que golpeara contra la pared, esto iba funcionando-
****
- ¡Bill!-
- ¡¿Qué?!- subí arriba corriendo-
- ¡Llama a mamá!-
- ¿Qué te ocurre?-
- ¡Me ha venido y no sé cómo me las apañaré!-
****
- Buen trabajo- le metimos somnífero a una copa de vino que ella me dio al cliente que entró, y así hacíamos para que no tuviera que sufrir de abusos-
****
- ¡Te amo!-
- ¡Y yo!- nos abrazamos llorando-
Desde mi corazoncito✨❤️