En el sistema de moralidad que se usa para definir la personalidad de los personajes en la ficción. Hay dos ejes: el bien y el mal, y la ley y el caos. El bien representa el altruismo y la compasión, mientras que el mal representa el egoísmo y la crueldad. La ley representa el orden y la tradición, mientras que el caos representa la libertad y la innovación. Cada personaje tiene una alineación que combina uno de estos valores con otro, o que es neutral en uno o ambos ejes. Hay nueve alineaciones posibles: bien legal, bien neutral, bien caótico, neutral legal, neutral, neutral caótico, mal legal, mal neutral y mal caótico. Cada alineación tiene sus ventajas y desventajas, y refleja una forma de ver el mundo y actuar en él.
Ciegos, sordos y mudos, creados a la imagen y semejanza de ellos mismos. Son todo y no son nada, son conscientes que lo son. Egoístas como ningún otro, pero nadie se salva de no serlo. Una historia de varios pueblos diferentes e iguales. El conveniente bien y el mal. Draven, un joven que siente que no encaja en su familia, ni en su ciudad. Un mundo frio y fanático a la religión, para Draven no tiene sentido ni la religión ni la vida misma, él será una de las perspectivas principales de la historia.