Ángela Bajo era una niña dulce, de mirada perdida y con un sufrimiento poco entendible a su edad. Desde que la conocí, quedé prendado de ella. Pero cuando creció se convirtió en una chica hostil, de ojos fuertes y penetrantes, y aunque quise olvidarla, nunca pude.
Víctor Minucci fue el niño que conocí cuando mi mundo se derrumbó, tenía ojos verdes, hoyuelos en sus mejillas y hermosos rizos castaños en su cabello. Él era mi protector, y lo alejé de mí, rompí nuestros corazones y creí haberlo olvidado. Entonces me di cuenta que él era mi destino.
Esta historia la escribí hace un par de años, y hace aproximadamente uno o dos la vengo corrigiendo. Antes se titulaba "Always". Espero que quienes la hayan leído la primera vez, vuelvan a disfrutarla y sentirla como yo, que creo que es tan mía. Ángela Bajo es una parte de mi personalidad, porque está basada en ella, y Víctor...¿Quién no quisiera a un Víctor? Estoy muy feliz de mostrarles esta novela, y confío en la magia que tienen ustedes de hacer que estos trozos de escritura sean conocidos y leídos por todos lados.
Una noche en Las Vegas cambia la vida de Nailea, cuando despierta casada con Alex Milani, un carismático piloto de Fórmula 1.
Lo que comienza como una farsa para evitar un escándalo mediático pronto se convierte en un torbellino de emociones, atracción y secretos.
Entre el brillo de los eventos de alto perfil y las sombras del pasado, Nailea y Alex deberán enfrentarse a sus diferencias y a una conexión inesperada que podría unirlos... o romperlos para siempre.