Cuando el corazón te grita, tú tan solo lo escondes en un pequeño espacio olvidado de tu ser, esperando a que no escuches sus peticiones, tratando que no sea cierto, que solo sea una simple fantasía. Tal vez sea falta de coraje o simplemente temor, pero tarde o temprano, las voces se harán oír y no podrás resistir. Se apoderarán de ti, pasarás momentos lindos o solamente cometerás errores, pero si es así, aprenderás a que no siempre es malo abrir tu corazón, a veces hay que abrirlo para saber qué existe adentro de él.
El corazón no sabe de razones, solo de sentimientos que nacen porque si.
Los sentimientos hacia alguien no son duraderos, llega el día que una acción mínima puede romper el corazón de alguien y un corazón roto no se arregla con disculpas.