Kiara era una chica que tuvo una infancia feliz, pero en cuanto sus padres se separaron todo cambio, o incluso antes.
En Lacock mi padre había crecido, y tras unos cuantos intentos me convenció para ir con él.
Allí nada me iba muy bien, porque no conocía a nadie, pero cuando conocía a mi vecino buenorro todo cambio, aunque los dos lo estábamos pasándolo mal, muy mal. Y cuando pensé que nada podía ir peor, un domingo de día familiar, todo se fue a la mierda, salpicando las sangre en cada letra de nuestro apellido Henderson.
Freen era una omega bastante rara para la personas aquellas decían que era un poco más alta para ser una omega otros que podría dar miedo si te miraba y algunas personas solo quedaban enamorada de verla aunque para Freen todo era normal pues siempre era amable y nunca se enojaba atenta con sus seres queridos era la chica perfecta como sus padres solían decir.
Becky una pequeña omega tan hermosa como la primera nevada era una chica responsable y cuidadosa con todo lo que hacía vive esperando a que aquella omega aparezca una vez más a su vida pues recuerda que alguien la salvó cuando era pequeña más no recuerda su rostro así que vive con la ilusión de que algún día aparecerá.
Pero ¿Qué pasaría si la persona que espera aparece en último año de universidad? ¿La reconocerá?