¿Cómo terminamos así? Trataba de no pensarlo, pero la respuesta estaba justo enfrente mío. Estás fueron las consecuencias del pasado, sin embargo, no me arrepiento. Está mal pensar de esa forma, lo sé, de verdad lo sé. Pero la promesa que nos hicimos, esa promesa tan infantil e ingenua, esa maldita y hermosa promesa. Fue la que nos hizo seguir con vida. A los dos. Fue mi salvación. Aunque al final, antes de acabar con todo, cierto chico pudo ver cómo su inútil ilusión de verme como un ángel, un disfraz de mentiras que él creó, se cayó. No nos arrepentimos de nada, queremos pensar que él también pudo obtener la paz, ahora no tengo idea de lo que pasará. Tengo miedo. Tengo miedo de perderlo. Maldito seas por aparecer en mi vida, pero agradecida estoy por haberte conocido.