Me encontré una noche estudiando el cuento alemán Hänsel und Gretel, sus versiones no expurgadas, sus espejos históricos como la gran hambruna de 1315, la peste de 1345, y la simple pobreza que sufrían los labriegos e inquilinos. Ese desazón era especialmente cierto en la mujer, por eso decidí caminar los pasos de la fantasía de mi niñez y mirarlos de una manera distinta. Cancelé la voces de los hombres y me quedé con Gretel como narradora, en una experiencia femenina, con el poder que tiene la palabra usada. Los hermanos Grimm hicieron un excelente trabajo preservando las tradiciones de tradiciones orales, lo mimo hizo Engelbert Humperdinck que transformó una historia sencilla en un arreglo musical complejo, que admiré en mi adolescencia. Este es mi tratamiento, buscando la voz única, de ella, la pérdida Gretel.All Rights Reserved
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