Cada relato está lleno de drama, suspenso, terror o romance y fueron creados mientras dormía o iba a dormir. Por supuesto, la idea surgió de algo visible en el consciente. Indignación, por ejemplo, fue la experiencia obtenida al habitar una noche en la sala de emergencia de un hospital en mi país en pleno siglo XXI. Defendida por un mar carmesí, en cambio, es basada en la injusticia de los homicidios pasionales, donde muchos de los acusados son las parejas, pero nunca ven el trasfondo de la historia. Y, por último, Ni la enfermedad ni en la muerte, refleje el amor y el respeto de los padres de una amiga muy querida, puesto que, tanto en vida como en la muerte, desearon vivir juntos. ¡Disfrútenlo!