Era feliz con mi esposo, y cuatro hermosos hijos. Una mujer felizmente casada y llena de días maravillosos. Fuí amada por quién creía que era el amor de mi vida y admirada por mis seres queridos. ¿Ahora? Había dejado mi felicidad a un lado cuando el hombre que amaba falleció, y mis hijos habían crecido.