MILA Fui abriendo mis ojos lentamente, a medida que el dolor que sentía en todo mi cuerpo me lo permitía. El último recuerdo en mi mente era la discusión que había tenido con Tom, luego de eso todo estaba en blanco. ¿Qué me había pasado? Con el paso de los segundos- o quizás minutos u horas, no lo se bien- pude estabilizar mi mirada. Estaba en mi cuarto, lo supe por las paredes de color rosa pastel y estaba recostada en el suelo boca abajo, pues sentía en mi cara impregnada la textura de la alfombra. Con mucho dolor logré alcanzar mi teléfono. 5:38 am del 25 de Diciembre, 2020 -la fecha en que inició mi tormento- En la pantalla de mi celular el último mensaje que le había enviado a Tom a las 2:19 am 《por favor ven, dijiste que siempre podía con...》 no había terminado de escribir el mensaje cuando lo envié. Mi boca tenía sabor a sangre y mi cuerpo temblaba, con una brisa que entró por mi ventana que estaba abierta, me percaté de un detalle que mi mente estaba ignorando- no tenía mis pantalones ni mi ropa interior puesta- Comencé a sentir el dolor más perturbante que en la vida pensé sentir alguna vez, venía desde mi espalda baja o quizás desde más abajo. Mientras más consciente me hacía de ese dolor menos consciente era de del tiempo- espacio que me rodeaba. De tanto dolor terminé por desmayarme. TOM Sabía que tenía que correr tan rápido como mis piernas me lo permitieran, el aire me comenzaba a faltar y su recuerdo a inundar mi mente, ella siempre tan frágil. Sabía que le había cagado y ya no habría vuelta atrás.