Vivian y Luke nunca se han besado. Pero cuando se miran o están en una misma habitación el aire se carga de una energía casi mágica. Comparten un pasado del que Vivian no es capaz de escapar, mientras que Luke va de relación en relación. Desde hace mucho son dos gotas de agua con caminos paralelos, incapaces de colisionar. Pero todo cambia un día cuando Vivian se ve obligada a volver al pueblo donde todo empezó. El beso que nunca se dieron. El mensaje que nunca llegó. La noche que no pasaron juntos. A veces el tiempo no es suficiente para curar aquello que un día impregnó el alma. Un amor eterno atrapado en una historia que nunca ocurrió.