Lo observo dolida tras escuchar esas palabras, siento que mi pecho se desinfla y mi respiración se vuelve irregular, se me nublan los ojos por las lágrimas pero no pienso llorar. Confié en él, todo fue una farsa, nada fue real, él me mintió. -¡¿Me engañaste? ¡Confíe en ti maldita sea! .- le apuntó con el arma. No dejaré que me hundan de nuevo, no esta vez, pelearé con uñas y dientes por lo que merezco. No dejaré que me jodan otra vez. Merezco una puta vida tranquila. Desearía nunca haberlo conocido, mi vida antes de él. -¡No es así! ¡Cálmate y déjame explicarte! .- me observa arrepentido con las manos en alto. Quiero creerle, en verdad quiero, pero no puedo. Me han pisoteado demasiado y no dejare que me jodan otra vez. -Ya es muy tarde para eso ¿No crees? .- apunto y disparo. No volveré a tropezar con la misma piedra.