No controlamos lo que sentimos ni de quien enamorarnos, pero eso se pasa de alto cuando nos enamoramos, tanto al punto de no darle importancia a ciertas cosas, como en este caso el que sea casi prohibido. Como es el caso de James y Helmut, James un hombre atractivo, mayor de negocios que no se detiene a pensar en sentimientos y también nuevo socio de Heinrich Zemo, padre de Helmut Zemo, un adolescente que tiene todo lo que quiere, de familia rica, popular, lindo, inteligente.
Ambos con el mismo pensamiento, el cual es no darle importancia a los sentimientos, al tener alguna relacion, o a siquiera pensar en el simple concepto del amor. Ambos se la pasaban de fiesta y acostándose con diferentes chicos la mayoría de las noches.
Al momento de conocerse les fue imposible no sentirse atraído hacia el otro, y aunque al principio parecía que lo suyo seria mas de lo mismo con el tiempo ambos comenzaron a sentirse diferente, cambiando así su concepto total del amor y sintiendo así lo que creyeron nunca creían poder.
Y si estaba mal, James era mayor que Helmut, y además amigo y socio del padre del adolescente, pero el que sea prohíbo a ambos les parecía más divertido y los hacia sentir tan bien que no le daban importancia a lo demás.
Al defender a su familia de un asaltante y morir, Alicia es transmigrada a un mundo del matriarcado, donde las mujeres son el pilar y las que mantienen a la familia, mientras los hombres son los que se quedan en casa.
Lo más sorprendente para Alicia no es el sistema en el que se rige la sociedad, los hombres, que no solo son los que dan a luz, si no, que se dividen en dos.
Los oro, la clase baja que tienen tendencia a dar a luz a otros hombres.
Y los jade, la clase alta que tienen tendencia a dar a luz a mujeres.
No solo eso si no que al ser las mujeres un bajo porcentaje, las familias se conforman por un harem de hombres, los cuales no son vistos más que como máquinas de hacer bebés.
La imagen la saque de internet créditos de la imagen a: "Alya".