-¿Peter has escuchado hablar de portales entre planetas? - Me quedo aturdido, sentado en mi cama con mi espalda desnuda pegada a la fría pared, preguntando a mi cerebro ¿Qué rayos pasa aquí? El anciano de capa roja y barba blanca responde a su misma pregunta frente a mí en un tono grotesco de sabiduría superior -pues yo sí, y quiero mostrarte- me dice el misterioso desconocido mientras clava sus ojos sobre mí y me observa tragar saliva seca. Da una vuelta sobre sus pies y se retira abriendo la puerta de la habitación y antes de salir afirma en un tono profundo: -Ya tienes diecisiete años Peter, es tiempo-