El dolor es como el fuego. Una llama diminuta y débil que nadie considera peligrosa hasta que entra en contacto con la gasolina, y en ese momento se vuelve imparable, destruyendo todo a su paso. Dicen que el fuego se combate con fuego, y así lo hizo Sirius, prendiendo la llama de su mechero para fumarse un cigarro, y aunque aquella discusión los distanciara, Remus todavía tiene algo que decir. Primera Parte: "Trece años tarde" disponible en mi perfil