En una relación de decepción, el amor siempre suele esperar más. Y Arturo, es la prueba de que mientras sigas amando a una persona, si tu decepcionaste, a ti te corresponde hacer volver a hacer que se enamoren y eso fue lo que logró en Amparo, que se volviera a enamorar. Amparo: te amo, ¿me amas? Arturo: no sabes cuánto. Amparo: puedo imaginarme. Arturo: ni aún imaginándote lo sabrías, eres mi todo Amparo, mi todo. Amparo: tú también lo eres mi todo.