Aranza ha estado casi toda su vida en una constante mudanza, viviendo en una cantidad de ciudades inimaginables y países distribuidos a lo largo y ancho del mundo. Y aún así, lo único que deseaba era llegar a llamar a algún lugar "hogar" Aranza conocía mas de historia y geografía que cualquier persona de su edad, pero nada de lo que podía leer en libros y en linea se comparaba a vivir en carne propia las diferencias culturales a las que se debía acostumbrar. Y aún así, sentía escalofríos cada vez iba pisar el nuevo lugar al que llamaría casa. Su única regla: jamas apegarse a ningún lugar ni a ninguna persona. Hasta que llego a Paraguay. Y todo cambio. Pero ¿como evitar lo inevitable?