JongHyun estacionó el auto junto a uno rojo y uno blanco. Quitó las llaves, se bajó con su mochila en la mano y me ayudó a mi luego a bajarme. Cerró la puerta y cerró el auto para luego volver a tomarme la mano. Me coloqué mi mochila en un hombro y, antes de comenzar a caminar hacía la entrada me detuvo y me miró fijamente.
—Yo te estaré mirando cuando no esté contigo, aunque tú no me puedas ver, ¿vale? No dejaré que nadie te moleste, estaré cerca de ti.
—JongHyun…
Quise protestar, pero con su expresión dura, ojos firmes y la mandíbula apretada supe que era mejor no hacerlo.
—Bien… Agg, gracias…
—No hay por qué —me sonrió y comenzó a caminar sin soltarme la mano y manteniendo nuestros dedos firmemente unidos.
A medida que nos acercábamos hacía la entrada, las personas se nos quedaban mirando. Algunos murmurando a las personas a su lado y solo mirando completamente impresionados, porque, claro, ¿cuándo se habrán imaginado a mi caminando de la mano con un chico? Nunca.
La incomodidad comenzaba a aparecer en mi rostro, mientras disimuladamente intentaba soltar el agarre de los dedos de JongHyun sobre los míos. Él no me dejó.
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Dos personas, un amor, una historia, un final.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.