Viví menospreciado por los de mi especie, viví marginado por tus comentarios, complaciente de tus deseos como agradecimiento por mantenerme con vida a pesar de mi "despreciable" raza, como tú me llamabas, pero me cansé. Te mostraré lo que mi despreciable raza puede hacer, y todo iniciara con mi rugido: - ¡revolución! Cambiaré no solo mi mundo, sino también el de aquellos otros a los que llamaste despreciables.