You're my heart, you're my soul

Y entonces Kaoru lo vio.

Lo vio llegar a la fiesta con dos chicas a cada lado. Ambas estaban aferradas a Kojiro, riendo y tonteando como si fueran colegialas enamoradas. Kojiro solo les dedicaba una media sonrisa.

A Kaoru se le oprimió el corazón y el estómago.

Debería ser él...

Debería ser él quien esté al lado de Kojiro.

Debería ser él quien le saque una sonrisa.

Debería ser él y no esas mujeres.

Se sentía tan... impotente...

Solo pudo desviar la mirada hacia el piso. No podía verlos, no quería verlos.

Nunca le había gustado ver al de cabello verde rodeado de mujeres. Eso solo lo hacía sentir miserable.

Kojiro también lo vio. Por supuesto que lo hizo.

Kaoru lucía sumamente hermoso. La luz de la luna realzaba su belleza. Ese bello rostro y ese hermoso cabello rosa que era la envidia de muchas mujeres.

Pero, a diferencia de Kaoru, Kojiro estaba tenso y enojado. Odiaba ver al de cabellos rosados con Adam. El hombre de cabello azul lo sujetaba de la cintura y le susurraba al oído. Kaoru solo reía con suavidad y elegancia. Kojiro apretaba la mandíbula y los puños de impotencia.

Debería ser él...

Debería ser él su acompañante.

Debería ser él quien sujete su cintura con delicadeza.

Debería ser él y no Adam.

Si tan solo no se hubiesen peleado la noche anterior.

Si tan solo hubiesen confesado sus sentimientos reprimidos por años.

Hubiera sido una noche mágica para los dos.

Pero ya era tarde.

O eso creían ellos...