Lo más interesante e intrigante en ese humano fueron sus peculiares ojos rojo carmín abrazando inteligencia pero también otra cosa, un alma que estaba manchada con el color de la muerte y la desolación. Kohaku sintió su pena en el interior de su propio corazón, él quería confiar en alguien, estaba solo, frío y roto... como ella.Tüm hakları saklıdır