- Ustedes con su complejo de super heroes, intentando salvar al mundo como siempre - Dijo la persona sentada, viendo a Minho con asco.
Minho comenzó a reír al procesar sus palabras, la sangre bajando a borbotones de sus labios mientras se quedaba mortalmente quieto, viendo el cuerpo de su amigo en el suelo, agonizando. Presionó sus manos fuertemente, sintiendo el frío metal de las esposas y las cadenas alrededor de su cintura desnuda, quemando su piel.
- ¿Qué te parece gracioso, Zhang? - Preguntó alzando una de sus cejas. Minho volteó a verlo con esos ojos aterradores, enseñándole la estrella rodeada por el color del fuego infernal, del fuego infinito.
- ¿Cuándo hemos intentado salvar al mundo? - Preguntó divertido - Las veces que hemos luchado han sido por nosotros, por salvar nuestras vidas, a mi no me importa una mierda lo que le suceda a Ashgoun y a los demás mundos, ni cuantas personas mueran por protegernos a nosotros mismos -
La entidad sobre la silla vio a Minho con cautela, fijándose en la sonrisa en sus labios y en la diversión que brillaba en sus ojos. El metamorfo, volvió a reír al ver como había tomado desprevenida a la persona frente a él.
- Quiero saber... En serio quiero saber - Siguió hablando Minho, sin apartar su vista de aquellos ojos oscuros - ¿Qué te hizo pensar que nosotros somos los buenos? -
Ya estoy hasta la madre de escribir tantas historias sin terminar, pero aquí vamos de nuevo...
Donde un Draco Malfoy tiene autismo, fue abandonado por su madre y se hizo mejor amigo de Harry Potter antes que el trío de oro.
hay una serpiente blanca, un lobo negro y un diario.
Ah, y los fundadores lo ven como la cosa más linda del mundo.